el campeón

03 febrero 2011

Los boys

Siempre que cobro agarro la calculadora y hago estimaciones sobre cuánto tiempo tardaría en pagarme una mesa de billar honradamente. Una de primera calidad, con tres piezas de pizarra, no sale barata. Hay que comprar los tacos y las bolas y la tiza y un marcador y triángulos y puntas francesas si se es un jugador de clase. Dos años y medio si renuncio a la ropa interior y sólo como pasta, pero incluso esa cifra es falsa. El dinero nunca me ha durado, nunca.
La mayoría de la gente no es consciente de lo sofisticadas que son las mesas de billar. Sí, las mesas tienen tornillos y abrazaderas metálicas en las bandas, pero estas hijas de puta se sujetan por la acción de la gravedad y por la precisión con que las construyen. Si se la trata con cuidado una buena mesa vive más tiempo que una persona. Créanme. Así se construían las catedrales. Hay carreteras incas en los Andes en las que incluso hoy día es imposible meter un cuchillo entre los adoquines. El sistema de alcantarillado que construyeron los romanos en Bath era tan bueno que no lo reemplazaron hasta la década de 1950. Ese es el tipo de cosas en que creo.

Junot Díaz, "Edison, New Jersey" en Los boys.
Buenos Aires: Mondadori, 2009. Trad.: Eduardo Lago.

No hay comentarios.:

una vuelta de tuerca

para hacer o leer comentarios hay que hacer CLIC SOBRE EL TÍTULO del texto que se quiere comentar

el mal


ningún mensaje envejece

los campesinos

carnaval