el campeón

03 agosto 2007

El lejano oeste

En un dos caballos
fuimos hacia Portugal.
Una mano por delante
y la otra por detrás.

Al pasar por Huelva,
por la sierra de El Rosal,
encontraste tú unas setas,
tú que eres catalán.

Y no eran venenosas, menos mal.
La frontera entonces era de verdad.

Fue en Semana Santa,
se rompió el acelerador.
Y esperamos a la grúa
junto a un sauce llorón.

Yo estudié en segundo
maquinarias y motores.
Lo arreglaste con alambre
y nos fuimos entre oles.

Por el vino tinto y la velocidad,
adelante, dije entonces, nunca más.

Campo, qué bonito el campo.
Vamos con los niños y con las mamás.

Atrás los señoritos,
las cornetas y tambores.
Vimos toros que mugían
a la muerte por las flores.
Ole ahí.

Peligro indefinido
advertía una señal.
Y qué arte la del ciervo
en su marco triangular.

Las mujeres pronto habían de llegar.
Forasteros siempre, qué dificultad.

Campo, qué bonito el campo.
Vamos con los niños y con las mamás.

Campo, qué bonito el campo.
Vamos un domingo, otra vez será.
Ole ahí.


Sr. Chinarro, "El lejano oeste".
Álbum: El mundo según (2006).

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